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Experiencia académica de los estudiantes de Comunicación de la Universidad de Puerto Rico de Río Piedras después del huracán María

Experiencia académica de los estudiantes de Comunicación de la Universidad de Puerto Rico de Río Piedras después del huracán María

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Por: Génesis Dávila
Estudiante subgraduada de la Escuela de Comunicación
Universidad de Puerto Rico – Recinto de Río Piedras
genesis.davila@upr.edu

María A. Falcón
Estudiante subgraduada de la Escuela de Comunicación
Universidad de Puerto Rico – Recinto de Río Piedras
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Ádalyn Rosario
Estudiante subgraduada de la Escuela de Comunicación
Universidad de Puerto Rico – Recinto de Río Piedras

Laura Martínez
Estudiante subgraduada de la Escuela de Comunicación
Universidad de Puerto Rico – Recinto de Río Piedras
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Resumen

La investigación recoge la experiencia de los estudiantes de Comunicación de la Universidad de Puerto Rico (UPR), luego del huracán María, en una situación de carencia de servicios esenciales para su educación tales como: el edificio propio que fue clausurado, energía eléctrica, internet, transporte y bibliotecas habilitadas. Para lograrlo, se redactó un cuestionario de 25 preguntas, que varían entre cerradas y abiertas, y que fueron dirigidas a 178 estudiantes de la Escuela . Con las preguntas, se evaluaron variables demográficas, tales como el pueblo de procedencia; variables de opinión y de emoción. A su vez, se entrevistaron tres profesores de la Escuela de Comunicación, uno de cada concentración de la Escuela, para obtener una perspectiva más amplia de los procesos que llevaron a cabo para adaptar sus clases a las consecuencias del huracán. Los docentes reconocieron la pérdida del edificio de la Escuela como una de las dificultades mayores, y propusieron planes de energía renovable para emergencias, un protocolo de emergencias claro, alianzas entre los diferentes recintos de la UPR, entre otros. Entre los resultados del cuestionario se encontró que un 48% de los estudiantes sintió que sus estudios se afectaron luego del huracán María. Del mismo modo, el 76% experimentó frustración al reiniciar en la universidad y 34% vio su método de transporte afectado, en especial porque el tren urbano dejó de funcionar.

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Introducción

Luego de un mes y diez días del paso del huracán María por Puerto Rico, la administración de la Universidad de Puerto Rico (UPR) de Río Piedras decidió reiniciar las clases para continuar con el semestre. Sin embargo, la situación de la universidad era precaria debido a que el huracán había afectado los servicios básicos y esenciales de los estudiantes para llevar a cabo los estudios de manera regular. Esta investigación tiene el propósito de ilustrar cuáles han sido las dificultades de los estudiantes de la Escuela de Comunicación de la UPR de Río Piedras luego de que el huracán María azotó a la isla. Se desarrolló una pregunta de estudio: ¿Cuál es la experiencia de los estudiantes de Comunicación de la Universidad de Puerto Rico de Río Piedras, tras la experiencia del huracán María, al carecer de servicios esenciales para su educación (transportación, bibliotecas, internet y electricidad)?

En base a esta pregunta, se formularon otras interrogantes que guiarían la investigación. Las preguntas fueron redactadas en un cuestionario que fue enviado a 178 estudiantes de la Escuela de Comunicación. Del cuestionario se esperaba que la experiencia de los estudiantes de Comunicación de la UPR- al regresar a clases luego del huracán María- hubiera sido frustrante debido a la falta de energía eléctrica, bibliotecas, internet y transporte, y que, para la mayoría, los estudios se vieran afectados por estas condiciones.

Por otra parte, se realizaron tres entrevistas a profesores de la universidad para obtener su perspectiva de la situación desde un contexto docente. Las entrevistas se enfocaron en cómo modificaron sus cursos ante las necesidades de la población estudiantil. Todo este proceso estará descrito detalladamente a continuación, junto al marco de tiempo en que se realizó la investigación. Cabe destacar que la muestra no representa el universo de estudiantes de Comunicación y, por tanto, los datos no pueden ser generalizados.

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Revisión de literatura

“Educación es formar al ser humano para el cambio permanente y aún para la eventual crisis producto de la transición”

-Miguel A. Escotet 1991

La educación no solo da forma al conocimiento nuevo, sino que transforma el conocimiento que existía dentro del ser humano en uno más preciso y mejorado. Según la página de National Geographic en español (2013), las universidades occidentales surgieron como una asociación que permitía a estudiantes y alumnos protegerse de las autoridades de la época. Su objetivo era el mismo que el de hoy en día: preparar alumnos para una profesión. Fueron las exigencias sociales las que permitieron su auge en América Latina (Garbanzo Vargas, 2007)[1]. Actualmente, esas exigencias son ascendentes y la mayoría de las profesiones requieren un grado en alguna institución educativa.

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El internet: pieza clave en la educación actual

Actualmente, el internet desempeña un papel fundamental que ha revolucionado a la sociedad y a la forma de enseñar. Estebanel y Ferrés (1999) investigaron la inclusión del internet en las aulas educativas y concluyeron que era imprescindible para estudiantes y profesores:

Los universitarios precisan un conocimiento tecnológico actualizado en que el internet se convierte en una herramienta imprescindible para el futuro ejercicio de su profesión (con independencia de cuál sea la carrera que hayan podido elegir). Paralelamente, este nuevo recurso puede ayudar a docentes universitarios a innovar y mejorar la calidad de la enseñanza que imparten, ya que puede facilitar el desarrollo de una formación dinámica, actualizada y mejor relacionada con la realidad profesional. (P.132)

Sin embargo, un año antes, Cabero (1998) ya estudiaba el impacto de las nuevas tecnologías en la educación y la transformación de la sociedad en una informática. Según el investigador, fue cuando la sociedad colocó como centro la información que surgieron sectores en busca de interactividad[2], producción, automatización, innovación, entre otros. Las tecnologías, aunque complejas en sí mismas, llevaron a la sociedad a facilitar sus maneras de comunicarse. El autor planteó que serían las tecnologías emergentes, las que pondrían en riesgo las formas clásicas de enseñanza.

A nuestra manera de ver, la repercusión fundamental de las nuevas tecnologías de la información y comunicación cuando se aplican al campo de la formación y el aprendizaje, radica en la posibilidad de romper las variables clásicas en las que se apoya el modelo de enseñanza tradicional; es decir, la coincidencia de las dimensiones espacio/temporales entre la persona que aprende y la que enseña (P.4).

Entre otras cosas, al autor le preocupaba la sustitución del aula por un ciberespacio y el impacto que podría tener en el aprendizaje. Aun así, agregó que ese cambio traería consigo ventajas  tales como “la individualización y la potenciación de la enseñanza flexible y a distancia y  el acceso a fuentes de información no cercanas al estudiante” (P.6). Por tanto, lo que al autor le preocupaba no era que el internet influenciara la educación, sino que el internet sustituyera las formas clásicas de educar a tal punto que se olvidara el verdadero sentido de ella.

En la actualidad, son muchas las aulas que han sido sustituidas por el ciberespacio o internet, pero todavía las universidades en espacios físicos concretos forman parte principal de la vida de los estudiantes. Aun así, gran parte de la instrucción que se da a nivel universitario requiere de la utilización del ciberespacio como complemento.[3]

Desde hace más de 15 años, con sus ventajas y desventajas, se observa al internet como una herramienta que no podía faltar en salones de clases, en especial en la universidad[4]. El problema, entonces, no recae en las nuevas tecnologías para aplicar la enseñanza, sino en la dependencia que se tiene de ellas, y es por eso que Cabero desde un principio miraba con ojo crítico la llegada del internet.

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Factores que influencian la educación de los alumnos

Con el mejoramiento de la calidad educativa, llegó, también, el análisis del rendimiento académico de los estudiantes, es decir que se quiso conocer el aprendizaje de los estudiantes según la materia. Garbanzo Vargas (2007) describe el rendimiento académico como “la suma de diferentes y complejos factores que actúan en la persona que aprende, y ha sido definido con un valor atribuido al logro del estudiante en las tareas académicas”.

En Puerto Rico, se considera a los estudiantes como buenos aprovechadores de una materia cuando obtienen una calificación alta en sus trabajos. No obstante, Garbanzo describe que hay muchos factores que pueden afectar el aprendizaje del estudiante, y que van más allá de la inteligencia y aplicación que pueda tener un alumno. Según la autora, el rendimiento académico se afecta por situaciones personales, sociales e institucionales. Algunos de los factores que ella describe son: la motivación, el bienestar psicológico, la asistencia a clases, las estrategias de aprendizaje, pobreza, influencia de su encargado, variables demográficas, servicios institucionales, relación entre estudiante y profesor, entre otros (Garbanzo Vargas, 2007).

Estas aseveraciones dejan claro que un estudiante tendrá un rendimiento académico inferior a otros alumnos si vive bajo los niveles de pobreza, carece de energía eléctrica y de agua potable, se le dificulta llegar a la universidad o tiene poca motivación por parte de sus encargados y de sí mismo. Por tanto, en un ambiente universitario se necesitan herramientas que mejoren o transformen las maneras de educar para que aun aquellos que carecen de los beneficios de otros, puedan incrementar su rendimiento académico.

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Factores del rendimiento académico y desastres

En momentos de un desastre natural o provocado por la humanidad, los factores que influencian la adaptación de los alumnos, y que fueron descritos por Garbanzo Vargas, se deterioran mucho más:

Un desastre, claramente no es un sismo o huracán, sino los efectos que éstos producen en la sociedad… Debe haber una sociedad o un subconjunto de la sociedad vulnerable a sus impactos; una sociedad que por su forma peculiar de desarrollo infraestructural, productivo, territorial, institucional, cultural, político, ambiental y social, resulte incapacitada para absorber o recuperarse autónomamente de los impactos físicos de los eventos externos (Fernández, 2005; p.16).

Este subconjunto de la sociedad incluye también a los jóvenes universitarios, quienes, afectados por esos factores, comienzan a experimentar retrocesos en su ámbito académico. El proceso de adaptación requerido para los alumnos, entonces, trasciende lo personal, psicológico e institucional, y se extiende a una sociedad que, en crisis, intenta sobrevivir y sobrellevar los efectos de la corrupción y la falta de desarrollo por parte del gobierno. “(Los desastres) son, como algunos lo han expresado, problemas no resueltos del desarrollo, y la vulnerabilidad existente es una manifestación de déficits en el desarrollo” (Fernández, 2005; p. 17). Por tanto, los desastres no causan por sí solos la crisis, sino que la revela.

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Llegada del huracán María a Puerto Rico

El 20 de septiembre de 2017 el huracán María atravesó la isla de Puerto Rico causando una oscuridad total. Esta falta de energización se debió a que las centrales de energía eléctrica en la isla y las redes de transmisióndejaron de funcionar:

El director de la Agencia Estatal para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres, Abner Gómez, precisó que la línea de transmisión de 230,000 voltios y otra de 115,000 voltios que conectan a Aguirre con Costa Sur salieron del sistema o no estaban funcionando. (Ruíz Kulián 2017).

Según el periódico El Nuevo Día, el 22 de diciembre- tres meses luego del ciclón-la Autoridad de Energía Eléctrica afirmó solo alcanzar el 69.8% de energización de la isla. Además del 30%  sin energía eléctrica, 7.2% del país todavía carecía del servicio de agua.

Debido a la falta de energización, las bombas de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) se vieron afectadas. Según el presidente ejecutivo, Díaz Atienza, todavía 64 bombas- de 700- sufrían de fallos que se debían a la ausencia de generadores (Cortés 2017).

Por otra parte, Méndez- profesor y coordinador de Programas en la Escuela Graduada de Salud Pública Universidad de Puerto Rico- afirmó que la falta de conexión a las líneas de la AAA ponía en peligro a las personas en contacto con aguas contaminadas:

“El especialista explicó que esas 100.000 personas no estaban conectadas a la red de la AAA antes del paso del huracán María y que el problema al que se enfrentan ahora es que el ciclón dañó los sistemas de suministro de agua que utilizaban para suplirse habitualmente (EFE 2017).”

Tomando en consideración la situación crítica que sufría Puerto Rico, el calendario académico de la Universidad de Puerto Rico (UPR) tuvo que modificarse. Según estadísticas de El Nuevo Día, la falta de recursos y el impacto del fenómeno provocaron que 1,500 estudiantes del sistema de la UPR solicitaran darse de baja, muchos de ellos optando por trasladarse a universidades en Estados Unidos. Sin embargo, 57,722 estudiantes decidieron permanecer estudiando en la isla. Aunque la situación representó un descenso de solo 3% en la población estudiantil, la migración general fue un fenómeno social sustancial:

“Decenas de miles de puertorriqueños huyeron hacia la parte continental de Estados Unidos para evitar las secuelas inmediatas de María, pero, debido a que persisten las dificultades en la isla, avizoraron que tendrán que quedarse lejos por más tiempo del que se preveía inicialmente” (The Associated Press 2017).

El impacto dejado por el huracán fue de tal magnitud, que el éxodo de puertorriqueños que optaron por trasladarse a Florida fue masivo. “Desde el 3 de octubre de 2017, más de 73.000 personas llegaron a Florida provenientes de Puerto Rico a través del Aeropuerto Internacional de Miami, el Aeropuerto Internacional de Orlando y el Puerto de Everglades” (Scott 2017).

En este proyecto, se toma en consideración la perspectiva de los estudiantes como testigos del fenómeno y los problemas que debieron sobrepasar para poder seguir estudiando en Puerto Rico. A su vez, se entiende que son uno de los sectores de la sociedad en los que mayor impacto tuvo el huracán y sus efectos, debido a los daños personales que pudieron tener y a la falta de recursos como internet, electricidad, agua potable y transporte que experimentaron luego del huracán. Por tal motivo, su opinión y experiencia luego del fenómeno es fundamental para conocer cómo las consecuencias del huracán María limitaron sus posibilidades de estudio.

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Metodología

Para iniciar la investigación, se definieron las variables y se dividieron en demográficas, de opinión y de emoción. Las demográficas registran el pueblo de procedencia de los estudiantes para definir si fue un obstáculo para su aprendizaje por la distancia que les tomaba llegar a la universidad o por los daños que sufrió el pueblo. Asimismo, se buscó identificar la opinión de los estudiantes acerca de sus dificultades para estudiar y aprender luego del huracán, y se acopiaron las emociones y sentimientos que experimentaron durante el semestre académico luego del huracán María.

Se utilizó un cuestionario dirigido a los estudiantes de Comunicación de la Universidad de Puerto Rico de Río Piedras (UPR) y tres entrevistas a profesores de Comunicación. Para el cuestionario se definió una muestra no probabilística,  no representativa y por cuota. Esta se extrajo por medio de la aplicación “Survey Monkey” y estaba compuesta por 178 estudiantes de Comunicación de la UPR, y tenía un margen de error de 4%. A su vez, el cuestionario contenía una hoja de consentimiento informada que explicaba los riesgos, beneficios y derechos del estudiante que participaba en el estudio (apéndice #3).

Para el cuestionario se formularon 25 preguntas cerradas y abiertas, con escala Likert y escala Semántica (ver apéndice #1). Este fue sometido una preprueba y, luego de eso, se envió por email a los estudiantes de la Escuela de Comunicación de la UPR mediante la plataforma Google Docs. A su vez, varios profesores difundieron la encuesta por la plataforma Edmodo.

Al mismo tiempo que se administraba el cuestionario, se llevaron a cabo tres entrevistas a profesores de Comunicación de la UPR que representaban, cada uno, una concentración de la escuela para así obtener opiniones desde otros puntos de vista que sirvieron como contexto para la investigación, partiendo de sus experiencias como docentes luego del paso del huracán (ver Apéndice #2 para preguntas de entrevista). Los docentes fueron los siguientes:

  1. Ramaris Albert: profesora de Periodismo
  2. José Ayala: profesor de Diseño Gráfico
  3. Jannette Ortiz: profesora de Relaciones Públicas y Publicidad

La investigación cuenta con resultados cuantitativos y cualitativos que fueron obtenidos mediante un diseño descriptivo. Luego de obtener los resultados, fueron analizados y tabulados con Google Docs y Excel. Tomando en cuenta y analizando con precisión la información obtenida de la revisión de literatura y las entrevistas, se llegó a una conclusión para la investigación y se determinaron algunas sugerencias para el futuro de la investigación.

El proceso investigativo se desarrolló a lo largo de tres meses. En diciembre se realizó la búsqueda de información y se redactó la pregunta guía, la hipótesis, la introducción, la revisión de literatura, el cuestionario y la hoja de consentimiento. Durante la segunda semana de enero se envió el cuestionario por email y se cerró su entrada la semana siguiente, cuando se completó la cuota necesaria. A su vez, se fueron haciendo entrevistas a los profesores. Finalmente, durante el mes de febrero se organizaron y analizaron los resultados, se obtuvieron conclusiones y se redactaron los hallazgos.

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Resultados

Se encontró que casi la mitad de los estudiantes dedicaban a sus estudios, antes del huracán María, de una a tres horas, mientras que el resto dedicaban más de cuatro horas. Solo 4% dedicaba menos de una hora a sus estudios diariamente.

Luego del huracán María, los estudiantes de la Universidad de Puerto Rico de la Escuela de Comunicación sufrieron cambios drásticos. El número de estudiantes dedicándole menos de tres horas a sus estudios se convirtió en 75%.

Aun con opiniones divididas, el 52% de los estudiantes sintió que tuvo que disminuir sus horas de estudio luego del huracán debido a necesidades en el hogar, problemas causados por María y falta de hospedaje. Sobre este tema, un estudiante expresó:

“Mucha gente seguía sin luz y no tenía cómo volver a clases. Mis ahorros, literalmente, se fueron en gasolina, comida y peaje para poder ir a la universidad y estar “algo” satisfecho. Pasé hambre varios días, y todo porque quisieron empujar un semestre durante una crisis humanitaria. Poco considerado como mínimo” (Anónimo).

Asimismo, se reflejó que el 80% de los estudiantes necesitaban de 1 a 6 horas del servicio de internet para completar sus estudios diariamente.

Por otra parte, para aquellos estudiantes que no se hospedaban, los métodos de transporte más comunes para llegar a la universidad eran el tren urbano o el carro personal/pon. Según los resultados recibidos, aquellos que utilizaban su propio carro o pon para llegar a la universidad no vieron cambios significativos en su modo de transporte, mientras que aquellos que dependían del tren urbano sí se vieron afectados por la falta. Un estudiante relató:

“El tren urbano no estaba en función por lo que afectó mi manera de lograr llegar a la universidad. Mis familiares tenían que buscar la manera de lograr llevarme a la universidad y a la vez llegar a tiempo a su trabajo ya que se tenían que desviar” (Anónimo).

 

Al combinar la disminución de tiempo de estudio por falta de recursos y la dificultad de acceso a la universidad por falta de transporte, no es sorprendente que el 70% de los estudiantes afirme que sus estudios fueron afectados tras el paso del huracán. Tampoco es sorprendente ver que esto generara sentimientos de malestar, tales como frustración, tristeza y miedo.

 

Esta situación conduce a  la interrogante: Con tanta carencia entre la población estudiantil, ¿fue una decisión correcta reanudar los estudios en la fecha en que se hizo ? Al tomar la opinión de los estudiantes, la respuesta mayoritaria, aunque no por mucho, fue precisamente que no. Entre los comentarios de los estudiantes, estuvo que la fecha como tal no fue el problema sino el manejo “poco empático y atropellado” del reinicio de clases.

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Entrevista #1:

Para la profesora Jannette Ortiz, la situación después del huracán María fue complicada, pero se mantuvo optimista ante la situación. La docente es profesora adjunta de la Universidad de Puerto Rico de Río Piedras y ofrece dos cursos para la concentración de Relaciones Publicas y Publicidad: Redacción para la Publicidad y Campaña para las Relaciones Públicas. Aseguró que ambas requieren la utilización de computadoras pero que la de Redacción la necesita con mayor prioridad. Según explicó, tuvo que modificar el curso para poder proyectar el material de la clase hasta que le asignaran un salón con computadoras en Plaza Universitaria. Reconoció también que el constante cambio entre edificios para dar clases afectó a la clase debido a la falta de constancia y recursos.

Entre las mayores dificultades que experimentó la profesora fueron la falta de internet para realizar sus clases, la falta de energía eléctrica en su hogar y la falta de un edificio donde reunir a los estudiantes y tener oficinas fijas para los profesores. Parte del cambio que tuvo que hacer fue traer el material de la clase impreso, mostrar el material desde su computadora personal, mantener cargada la computadora con anticipación y modificar el tiempo lectivo para darles a los estudiantes la oportunidad de reunirse en equipo, ya que es parte de la dinámica de la clase:

“He dado más tiempo de la clase para reuniones de grupo, para que ellos puedan sentir que tienen un horario en común…en un día común que todos se puedan reunir en un lugar que puede que tenga internet y toda la gente pueda llegar. Porque si ellos se reúnen…en horarios que no son necesariamente de clases, no todos llegan, surgen situaciones, tienen prioridades personales que tienen que atender o emergencias que surgen por diferentes cosas -hay un tapón en un expreso gigantesco y no llegan- entonces eso no lo pueden prever y el trabajo se queda a mitad y la calidad del trabajo se afecta y por ende su nota. Es como un ‘domino effect’.”

Sus propuestas para mejorar la situación de la facultad se centraron mayormente en la construcción de un nuevo edificio. Expresó estar de acuerdo con la extensión del horario lectivo para el próximo trimestre luego de María y aseguró estar satisfecha con la fecha en que se iniciaron las clases luego del huracán, porque según ella “ya era hora de haber empezado”.

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Entrevista #2:

El profesor José Ayala se mostró descontento e insatisfecho con el plan de acción de la universidad. Relató que tuvo que modificar su curso para ajustarse a la falta de internet y de un salón de clases habilitado, ya que el curso que ofrece, Diseño Gráfico, se complementa de manera total con el internet. Además, describió que la falta de comunicaciones tanto con la administración como con los estudiantes también afectó la manera de dar la clase, especialmente las primeras semanas. Al describir las dificultades que vio en los estudiantes, señaló:

“La carencia de recursos y servicios, a mi juicio, va más allá de que tengas los accesos a computadoras, salones, proyección y al profesor, aire y sillas. A mi juicio y quiero enfatizar que es a mi juicio, la carencia de la institución, en este caso el edificio de COPU y la carencia de un espacio propio afectan muchísimo el comportamiento del estudiante, empezando por la pertenencia. Literalmente no hay una pertenencia, que tú tengas una facultad que entiendas que existe, y, obviamente, las incomodidades que eso causa dentro de todo.”

El profesor relató que no estuvo de acuerdo con la fecha en que se iniciaron clases, ya que encontró que la logística necesaria para atender al estudiantado no estaba presente. Mostró también descontento con las prioridades de la administración, y tuvo varias propuestas para mejorar la situación de la facultad y de la universidad. Entre sus propuestas está el implementar un plan de energía renovable para emergencias, establecer un laboratorio de computadoras móvil, crear un protocolo de emergencia claro y que toda la comunidad universitaria tenga conocimiento de ella. Además, añadió otras propuestas tales como formar alianzas con otros recintos para la movilización de los estudiantes, mejorar la comunicación con el personal no docente y mejorar el internet al contactar compañías que provean el servicio de manera satelital.

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Entrevista #3:

La profesora Ramaris Albert se mostró mucho más preocupada por la situación de la facultad. Es la encargada de dar las clases de Redacción para los Medios Convergentes, Introducción para los Medios, Teorías de Significación y Cultura y un seminario especializado de periodismo de datos y visualizaciones; cursos que son completamente dependientes del uso del internet. Debido a eso, todas sus clases tuvieron que ser modificadas para poder accesar a la información; por ejemplo, tuvo que imprimir lecturas digitalizadas y dejarlas en alguna biblioteca para accesar, adelantar lecturas y atrasar otras tareas como pruebas de comprobación de lectura en internet, y modificar la manera de dar la clase para no depender demasiado de la tecnología y el internet. No solo eso, la falta de energía estable, de internet y de una oficina fija le causaron muchas dificultades profesionales, ya que no podía atender a los estudiantes de manera individual y confidencial. Su preocupación radica en las carencias de los estudiantes, pues muchos estudiantes han confiado en ella situaciones difíciles, especialmente de transporte.

Como propuesta para mejorar la situación, la profesora se centró en la falta de edificio. “Esto no es una solución; esto es un parche” declaró ella al describir la situación de estar dispersos por Plaza Universitaria. Su preocupación radica mayormente en la inacción de la administración, según ella, en manejar la situación de los estudiantes esparcidos:

“La propuesta, la opción que yo vería ahora mismo para intentar solucionar la situación en la que nosotros estamos después del huracán es que la administración de este recinto o del sistema universitario de la Universidad de Puerto Rico designe de forma permanente un espacio en el que la Escuela de Comunicación pueda estar totalmente unificada.”

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Análisis de las entrevistas

Un evento como éste trae a relucir el ingenio de profesores con menos experiencia en la Universidad para poder presentar sus cursos. Según l relató la profesora Ortiz en su entrevista, precisamente es el ingenio lo que ha ayudado a superar la carencia de recursos y poder prestar el servicio de la enseñanza a los estudiantes. Un profesor con más años de experiencia y un curso más fijo quizás enfrentaría mayor dificultad de adaptación a una situación como ésta, mientras que un profesor relativamente nuevo puede encontrar maneras nuevas de proyectar el material y adaptar su clase a favor del estudiantado. El hecho de adaptar la clase según los recursos disponibles no es solo para simplemente dar el material, sino para ayudar al estado emocional del estudiante al mostrar mayor nivel de empatía y entendimiento frente a situaciones tales como retrasos o faltas. Sin embargo, la reacción ante la respuesta de la administración es algo para destacar de la entrevista: el señalamiento, aunque no completamente positiva, es de satisfacción ante el manejo de la crisis por parte de la administración.

Para un profesor con mayor experiencia de enseñanza, tal como el profesor Ayala, modificar el curso para adaptarse a la falta de recursos, especialmente la falta de internet, muestra ser un gran reto para superar. La falta de un edificio idóneo para atender al estudiantado aumenta la dificultad de impartir clases y ayudarlos a regresar a la normalidad de los estudios, lo que trae consigo sentimientos de descontento e insatisfacción. Además, el hecho de tener mayor experiencia en el profesorado, permite juzgar de manera más exigente la respuesta de la administración.  La mayor crítica recae, finalmente, en la falta de una logística clara y capaz de responder a cualquier necesidad que surja durante el proceso de recuperación, cosa que no se realizó de manera óptima, según las expresiones del profesor. A diferencia de profesores con menos experiencia con la administración, la opinión sobre cómo se manejó la crisis es entonces más exigente, pero no se queda solo en queja. El haber presentado propuestas, factibles a considerar, demuestra el interés de mostrar alternativas y resolver los problemas que aquejan a la facultad en su totalidad.

Al igual que el profesor Ayala, la profesora Albert tiene mayor experiencia laboral en la universidad, lo que conlleva una opinión más exigente e informada sobre la situación de la facultad. Más allá de la adaptación a la falta de recursos , el enfoque es en la falta de un edificio, el cual recoge en sí todo lo que hace falta para atender al estudiantado y prestar un mejor servicio de enseñanza, aun en medio de la recuperación. No solo son los profesores quienes se ven afectados por la falta de salones habilitados y oficinas fijas, sino que pueden ver en el estudiantado el efecto negativo de no tener un espacio donde permanecer, a diferencia de otras facultades que cuentan con edificios aptos, aunque tengan una que otra carencia parecida. El descontento, entonces, se dirige a la administración y su manejo ante la necesidad urgente que presentan estudiantes y profesores. La opinión mayoritaria no cambia; no ha habido un plan concreto para trabajar con la necesidad y esto afecta negativamente el rendimiento de los profesores, y consecuentemente, de los estudiantes.

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Proyecciones

El tiempo de la investigación fue limitado. Por tanto, para futuras investigaciones se debe tener un margen de tiempo de mayor extensión para lograr una muestra que represente con mayor totalidad a la Escuela de Comunicación. En un futuro, se debe entrevistar al personal administrativo de la Escuela de Comunicación para obtener sus opiniones y explicaciones ante las demandas de la población estudiantil y del profesorado. De esta forma, la investigación tendría mayor equilibrio entre las versiones encontradas y brindaría una perspectiva más amplia de los procesos que se llevan a cabo para mejorar la situación de la Escuela. Al llevar las inquietudes de los estudiantes y profesores a la administración, se estaría, a su vez, fomentando el diálogo entre los sectores de Comunicación. Es importante, además, que las propuestas que surjan de dicho dialogo se traduzcan en acciones concretas para el beneficio de la Escuela y de la UPR.

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Conclusión

Las dificultades para los estudiantes y profesores luego del huracán María fueron claras. Aunque las opiniones sobre los efectos del huracán estuvieron algo divididas, sería irreal decir que los estudios no se afectaron por la falta de electricidad, internet, transporte y bibliotecas. Todos esos servicios son importantes para brindar una buena educación, y María rompió con las rutinas establecidos, obligando a los estudiantes y profesores a adaptarse a un ambiente carente de los recursos necesarios para terminar el semestre. Por otra parte, las respuestas a si las clases debieron empezar el treinta de octubre fueron cerradas y ambas versiones para argumentar se pueden entender. Por un lado, fue un proceso atropellado, pero, a su vez, no se podía seguir atrasando un semestre que comenzó atrasado por una huelga anterior. Asimismo, la mayoría de los estudiantes coincidió con que fue un proceso lleno de frustración y de miedo. De manera que, la administración universitaria debió dar mayor énfasis a los servicios del Departamento de Consejería para el Desarrollo Estudiantil. Finalmente, la administración de la Escuela de Comunicación debió reunirse con el profesorado para atender las situaciones más importantes del estudiantado y abrir la oportunidad a propuestas e ideas para hacer el proceso más llevadero.

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Apéndices

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Apéndice #1

Instrucciones: Marque con una “X” la o las opciones con la que se identifique mejor.

  1. Refiriéndose al lugar en donde vive mientras cursa la universidad, ¿tiene servicio de energía eléctrica en su hogar u hospedaje? (Si marcó ‘No’ salte la próxima pregunta)

__ Sí

__No

  1. ¿Desde cuándo se energizó el área en que vive?

__ Menos de 15 días

__ 15 a 30 días

__ Dos meses

__ Tres meses

  1. ¿Tiene acceso a internet?

__Siempre

__Usualmente

__A veces

__Raramente

__Nunca

  1. ¿Con qué frecuencia utilizaba, usted, el servicio de bibliotecas para estudiar antes del huracán María?

__Siempre

__Usualmente

__A veces

__Raramente

__Nunca

  1. ¿Con qué frecuencia utiliza, usted, el servicio de bibliotecas actualmente?

__Siempre

__Usualmente

__A veces

__Raramente

__Nunca

  1. ¿En qué lugares tiene acceso a internet? (Marque las opciones que apliquen)

__ Casa

__Hospedaje

__Universidad

__Celular

__No tengo actualmente

__Otro

  1. ¿Cuántas horas le dedicaba a sus estudios antes del huracán María?

__Menos de una hora

__1 a 3 horas

__4 a 6 horas

__Más de 6 horas

  1. Después del huracán María, ¿ha tenido que disminuir sus horas de estudio?

__Sí

__No

  1. Si contestó que sí a la pregunta anterior, explique por qué

 

  1. ¿Cuánto tiempo le dedica a sus estudios diariamente?

__Menos de una hora

__1 a 3 horas

__4 a 6 horas

__Más de 6 horas

  1. Del tiempo que le dedica a sus estudios, ¿cuánto requiere del servicio de internet?

__Menos de una hora

__1 a 3 horas

__4 a 6 horas

__Más de 6 horas

  1. ¿Cuál era el método de transporte principal para llegar a la universidad, antes del huracán María?

__Carro personal o “pon”

__Guagua pública

__Tren urbano

__Uber o taxi

__Otro

  1. Su método de transporte hacia la universidad se afectó luego del huracán María?

__Sí

__No

  1. Si respondió SÍ a la pregunta anterior, explique cómo se afectó.

 

  1. ¿Cree que sus estudios se afectaron, luego del huracán María?

__Totalmente de acuerdo

__De acuerdo

__Indeciso

__En desacuerdo

__Totalmente en desacuerdo

  1. ¿Qué emociones evocó en usted su regreso a la universidad luego del huracán María? (Marque las que apliquen)

__Indiferencia

__Tristeza

__Miedo

__Alegría

__Coraje

__Frustración

  1. Género

__Femenino

__Masculino

__Prefiero no decir

  1. Edad

__21-25 años

__25 años o más

  1. Pueblo de procedencia

 

  1. Concentración:

__Información y Periodismo

__Relaciones Públicas y Publicidad

__Audiovisual y video

  1. Nivel de estudio

__ Subgraduado

__Graduado

  1. Trabajo

__Mitad de tiempo

__Tiempo completo

__No trabajo

  1. Si marcó que trabaja en la pregunta anterior, ¿sus horarios de trabajo afectan su tiempo de estudio?

__Sí

__No

  1. ¿Piensa que las clases debieron empezar el 30 de octubre de 2017?

__Sí

__No

  1. Si contestó NO en la pregunta anterior, explique por qué.

_______________________________________________________________________

¡Muchas gracias por su cooperación y mucho éxito en sus estudios!

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[su_tab title=”Apéndice #2″ disabled=”no” anchor=”” url=”” target=”blank” class=””]

Apéndice #2

Preguntas de entrevista a profesores:

  1. ¿Qué clases ofrece en la universidad?
  2. ¿Cuáles de estos cursos se complementaban con el acceso a internet?
  3. ¿Ha modificado sus cursos para ajustarse al estudiantado que no tiene acceso al internet luego del paso del huracán María?
  4. ¿Qué modificaciones ha llevado a cabo? (Si alguna)
  5. ¿Usted ha tenido alguna dificultad profesional luego del paso del huracán?
  6. ¿Cuál es su sentir respecto a la falta de acceso al internet de los estudiantes?
  7. ¿Cuál es su sentir sobre la carencia de servicios esenciales para los estudios?
  8. ¿Cree usted que la educación en sus cursos se ha visto afectada luego del paso del huracán?
  9. ¿Considera que las clases debieron empezar el 21 de octubre de 2017? ¿Por qué?
  10. ¿Qué propone para mejorar esta situación?

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[su_tab title=”Apéndice #3″ disabled=”no” anchor=”” url=”” target=”blank” class=””]

Apéndice #3

HOJA DE CONSENTIMIENTO INFORMADO

Experiencia académica de los estudiantes de Comunicación de la Universidad de Puerto Rico de Río Piedras, después del huracán María

Descripción

Usted ha sido invitado a participar en una investigación sobre la experiencia de los estudiantes de Comunicación de la Universidad de Puerto Rico, tras del paso del huracán María. Esta es realizada por Génesis N. Dávila, María A. Falcón, Ádalyn Rosario y Laura Martínez, estudiantes subgraduadas de la Universidad de Puerto Rico. El propósito de la investigación es documentar la experiencia de los estudiantes de comunicación luego del huracán María.

Se espera que en este estudio participen 178 personas como voluntarias. Si acepta participar, se espera que conteste el cuestionario que se le administra en su totalidad. Participar del estudio solo le tomará de 10 a 15 minutos.

Riesgos y beneficios

Los riesgos  o incomodidades asociados a este estudio son mínimos. Las preguntas del cuestionario deben ser contestadas en base a la experiencia y opinión del participante. La investigación no conlleva beneficios directos para el participante.

Confidencialidad

La identidad de los participantes será protegida de forma confidencial. Para garantizarlo, no se utilizará información de ninguna manera distinta al propósito del presente acuerdo. Toda información que pueda identificar al participante, de manera directa o indirecta, será manejada confidencialmente; es decir que, solo las investigadoras tendrán acceso a los datos crudos que puedan identificarlo, incluyendo esta hoja de consentimiento.

Estos datos serán almacenados por las investigadoras a lo largo de un año, luego de concluido el estudio. Al finalizar el año, los datos serán borrados en su totalidad.

Derechos

Si ha leído este documento y ha decidido participar, favor entienda que su participación es completamente voluntaria y que tiene derecho a abstenerse de participar o a retirarse del estudio en cualquier momento, sin penalidad alguna. De igual forma, tiene derecho a no contestar alguna pregunta en particular. Además, tiene derecho a recibir una copia de este documento.

Si tiene alguna duda o desea información adicional sobre esta investigación, favor de comunicarse con María Falcón al 787-800-2734 o vía correo electrónico a maría.falcon4@upr.edu. De igual forma Génesis Dávila (genesis.davila@upr.edu), Ádalyn Rosario (adalyn.rosario@upr.edu) y Laura Martínez (laura.martinez8@upr.edu) estarán dispuestas a contestar sus preguntas.

Si tiene preguntas sobre sus derechos como participante o una reclamación o queja relacionada con su participación en este estudio, puede comunicarse con la Oficina de Cumplimiento del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico, al teléfono 787-764-0000, extensión 86773 o a cipshi.degi@upr.edu

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Referencias

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Bibliografía

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Footnotes

[1] Para la década de 1950 en América Latina existían 75 instituciones universitarias. Esa cifra aumentó a 812 en 1995 y en el 2013 sobrepasaba las 1,500. (Garbanzo Vargas, 2007. P. 45)

[2] “Es intervenir o interponer acciones didácticas para la elaboración de conceptos o el desarrollo de competencias, que permitan comprender y transferir a la acción, la esencia de los objetos implicados a fin de actuar apropiadamente con ellos en un escenario particular.” (Fainolc B., 2005. P. 3)

[3]  En un estudio realizado en la Universidad de Girona los alumnos destacaron como la principal ventaja del correo electrónico por parte de los profesores la inmediatez y el ahorro de tiempo. Sin embargo, aclararon que sin los recursos para entrar al buzón de mensajes (por ejemplo sin una computadora), más que una ventaja, se volvía una desventaja utilizar el correo electrónico como complemento de sus clases. (M. Estebanel y J. Ferrés, 1999. P. 144)

[4] Según un estudio realizado en España para medir la frecuencia con que los jóvenes universitarios entraban a internet y la dependencia que tenían de este, se encontró que el 90 por ciento de la muestra entre 18 y 47 años de edad se conecta al menos una vez al día al internet.

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