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Portada del libro Mi vida es un Chiste

Estudiante de la FaCI cuenta el “chiste” de su vida

El faciqueño Alex W. Álvarez Correa relata la experiencia de autopublicar su libro y trabajar como videógrafo “freelance”.

Por: Marina Reyes Huertas, Programa de Acompañamiento Académico

Su vida es un chiste, pero su carrera universitaria no.

El estudiante Alex Wayne Álvarez Correa, autor del libro Mi vida es un chiste (¡Por eso me río!), comenzó a editar videos por diversión en la escuela superior. Así, se interesó por una carrera en producción audiovisual: manejar cámaras, postproducción, cine, televisión, pódcasts, entre otros. Además, le gustaba contar historias.

El universitario notó que el currículo de Comunicación Audiovisual de la Facultad de Comunicación e Información (FaCI), en el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR), se alineaba con sus metas y le permitiría afinar sus habilidades creativas.

“En mi carrera profesional, quiero decir que soy producto de la UPR”, afirmó el joven ponceño.

Mi vida es un chiste (¡Por eso me río!) es el segundo libro que autopublica Álvarez Correa. El primero fue Diagnosis, una novela de ficción dramática que autopublicó en inglés en 2015.

“La idea de este libro [Mi vida es un chiste (¡Por eso me río!)]  surge de una ‘prepada’ que cometí en mi primer semestre de la universidad”, relató el estudiante de la Facultad de Comunicación e Información.

El faciqueño narró la anécdota sobre el día en que se acostó tarde haciendo una tarea. Al día siguiente, se quedó dormido y llegó tarde a un examen. Se sintió mal por lo ocurrido, así que decidió llamar a su mejor amigo para contarle. En la llamada, Álvarez Correa y su amigo solo se podían reír de lo acontecido y, de repente, el mal rato pasó. Consecuentemente, el alumno reflexionó sobre los momentos “malos” en su vida y se le ocurrió unirlos todos para contarlos de manera jocosa. Asimismo, podría reflexionar sobre esos sucesos y verles el lado positivo.

Su motivación para crear este libro fue hacer a otros reír con sus historias y ayudarles a ver el lado cómico de sucesos trágicos. “Siempre me ha gustado hacer reír a la gente, y pensé que plasmando mis ideas y cuentos en un libro sería una buena manera de hacerlo”, añadió el alumno de Comunicación Audiovisual.

La redacción le tomó alrededor de dos años. Luego, pasó a la edición, maquetación, diseño de portada y a adición de caricaturas al final de cada historia. “Conté con el apoyo de varias amistades y colegas profesionales para esta última parte del proceso”, amplió el estudiante de cuarto año de bachillerato.

Álvarez Correa confesó que la mejor parte del libro es que las personas le digan: “Me reí”. “Siempre es bueno que te lean, y mejor aún que es que gusten leerte”, resaltó el universitario.

El estudiante expresó que se siente “genial” tener su libro autopublicado porque significa que logró algo que se propuso. “Da miedo publicar tus ideas; siempre hay alguien no estará de acuerdo contigo, pero vale la pena compartir tus ideas al mundo. El mundo dialoga contigo y expande tu mente”, comentó.

El universitario ha llevado su libro a librerías locales como Libros 787, Librería Norberto y El Candil.

“Contar historias es un arte que no conocía lo suficiente hasta que pasé por clases de escritura de guiones (COMA 4315, en la FaCI)”, resaltó.

También “escribe” con el lente

Alex Wayne trabaja como videógrafo freelance. Así, tuvo la oportunidad de preparar un video de recapitulación sobre el Dick Clark’s New Years’ Rockin’ Eve Live from Puerto Rico, evento de año nuevo celebrado en el Distrito T-Mobile, en San Juan.

La compañía Solomon Group accedió el portafolio digital del estudiante (alexwaynemedia.com) a través de su perfil de LinkedIn. Así, lo contactaron para ofrecerle la oportunidad.

Álvarez Correa mencionó que tener sus perfiles y portafolios digitales actualizados lo benefició sobremanera. Añadió que su iniciativa de crear trabajos audiovisuales y compartirlos en sus redes y website le permitió obtener esta oportunidad.

“Siempre pasan mil cosas en las producciones, y esta vez no fue la excepción, pero lo importante fue mantenerse calmado y trabajar en equipo para resolver cualquier situación”, añadió.

El videógrafo en formación contó que la Facultad lo ayudó a afinar sus habilidades con una cámara, a pensar como un cineasta y a contar historias creativamente.

“El conocimiento que obtuve de mis estudios de Cine y Televisión los he aplicado a mi videografía, y me han permitido convertir lo que serían videos sencillos en piezas cinematográficas y artísticas que van más allá de un recuento”, puntualizó el aficionado por la producción.

Mencionó que la FaCI lo desarrolló en su pensamiento y habilidades técnicas. Según Álvarez Correa, las clases de concentración de Comunicación Audiovisual han sido beneficiosas para sus proyectos y le permitieron experimentar con herramientas y materiales que, de otra manera, no hubiese conocido.

El universitario invita a los interesados a solicitar en la Facultad a aprovechar el “gran número de recursos” que les ayudarán a salir adelante. “Mientras más conozcas dentro de la facultad y más apliques lo que aprendas dentro y fuera del salón de clases, mejor”.

Álvarez Correa exhortó a explorar las oportunidades para aprender qué les brinda la universidad, atreverse a conocer otros estudiantes, lanzarse a crear sus propios proyectos… A no esperar el permiso de nadie para ser creativos y a trabajar en lo que de verdad les guste.

“Ambos de los logros que he contado son el resultado de abrir mi mente, observar a alguien haciendo algo que me llama la atención y decirme a mí mismo: ‘Yo puedo hacer eso’”, concluyó el faciqueño.

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